Powered By Blogger

miércoles, 28 de diciembre de 2011

http://www.casapia.com/Paginacast/Paginas/Paginasdemenus/MenudeInformaciones/LosAlimentos/ElLimon.htm

Aquí les dejo este enlace, en el cual encontrarán información muy interesante acerca de las propiedades terapéuticas del limón.  Es importante conocer cuanta medicina natural y sencilla existe al alcance de nuestras manos.  Espero que les sea de utilidad.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Día de muertos

Hoy día de muertos, la gente se desvive por sus muertos.  Les compran flores, les compran comida; aunque los vivos pasen hambre, hoy los muertos podrán comer, beber y disfrutar sus flores.  Tumbas limpias y alegres, llenas de colorido.  Panteones llenos de música, risas y rezos.  Hoy la gente se desvive por sus muertos.  ¿Y los vivos? ¡Pues ya se morirán para que tal atención merezcan!

martes, 11 de octubre de 2011

Jirones de luz y sombra


Pasó frente a mi, era solo una sombra, ¡no! era como un jirón de nube flotando en medio de la estancia.  La perra erizó el espinazo y se puso a gemir atemorizada.  No supe qué hacer, después de todo aquí siempre se ven cosas extrañas.  Algunas veces son luces, otras veces son sombras frías que solamente cruzan áreas, como si se asomaran desde otra dimensión.  La perra y yo las percibimos, y poco a poco nos vamos acostumbrando a coexistir con ellos.

miércoles, 5 de octubre de 2011

ALCALINIZACIÓN MILAGROSA-BICARBONATO DE SODIO

Nuestros cuerpos albergan una gran cantidad de bacterias y hongos que viven, crecen y sobreviven en armonía cuando estamos comiendo y viviendo saludablemente. 
Pero pueden volverse altamente dañinos cuando el medio en donde viven se altera.
Esta alteración de ese medio es fomentada por dietas altas en azúcar o en hidratos de carbono, también por agua y aire contaminados, o por la destrucción de nuestra flora intestinal a causa del uso de antibióticos u otros medicamentos (quimioterapia).

Las bacterias y hongos se alimentan de las mismas sustancias de las que se alimenta nuestro cerebro.
Cuando ingerimos en exceso, alimentos ricos en glucosa, también estamos alimentando en exceso a las bacterias y hongos que crecen y se multiplican desproporcionadamente.

El consumo de sustancias por parte de esa excesiva población desproporcionada provoca que el cerebro no reciba suficiente alimento, y como el cerebro es quien manda, inmediatamente emite las órdenes reclamando su ración.

Allí es cuando sentimos la urgencia de correr a ingerir algo dulce, o hidratos de carbono (se convierten en glucosa), o alcohol.
Y comienza así el círculo vicioso: al ingerir más, crece la provisión de azúcares, y con ello crece la multiplicación de bacterias y hongos, y esa población en crecimiento reclama más alimentos y sentimos la necesidad de ingerir más, y más, y más, y más.....

Pero sucede que así como las bacterias y hongos obtienen su alimento de nuestra sangre, también vuelcan en ella sus desperdicios, toxinas que tornan cada vez más ácido el medio y que con el tiempo llegan a “envenenar” los tejidos.
Para poder procesar las toxinas, el hígado las convierte en alcohol (ácido) y ese exceso de alcohol en nuestro organismo, nos produce una sensación como la de estar borracho... mareado, desorientado, mentalmente confundido.

La acumulación excesiva de bacterias y hongos reduce la provisión de potasio y magnesio del cuerpo con la consecuente reducción de la energía celular que provoca fatiga en exceso, reducción de las fuerzas y la claridad de pensamiento, quita el entusiasmo, la ambición, la stamina; causa la liberación de radicales libres los cuales coadyuvan al proceso de envejecimiento.

Otros síntomas de acumulación de bacterias y hongos son los ataques de pánico, ansiedad, depresión, irritabilidad, dolores de cabeza, dolores en las articulaciones, inflamación en vías respiratorias, sinusitis, estrés glandular y problemas menstruales.

Muchos estudios científicos han coincidido en que las bacterias y hongos pueden llegar a causar enfermedades cuando se les permite desarrollarse en un terreno no sano (ácido).
A través de diferentes estudios científicos (*) analizando las células vivas de la sangre, se han observado formas de bacteria que viven en nuestro organismo (algunas incluso trabajan ayudando al cuerpo) las que dependiendo del medio en que se desarrollaban, a veces crecían y se alargaban volviéndose patógenas.

(*) Dr. Gunther Enderlein, Alemania
Dr. Robert Young, USA
Dr. Federico Ituarte, Argentina y otros
En algunos casos, mutando de “bacteria” a “hongo”.
Pocos lo sabemos pero... ...la acidez en el pH de los tejidos de nuestro cuerpo suele ser el sello distintivo del cáncer y de otros desequilibrios de la salud tales como: enfermedades cardiovasculares, problemas cerebrovasculares, patologías del riñón, trastornos inflamatorios y enfermedades del pulmón.

El investigador Sang Whang, con 50 años de experiencia en el estudio del balance acido–alcalino, sostiene que: Es el exceso de ácido en nuestro cuerpo lo que cultiva el cáncer.
Y formula los siguientes postulados:
1) Llas células saludables son alcalinas.
2) Un ambiente ácido contiene menos oxígeno que un ambiente alcalino.
3) Las células saludables mueren en un ambiente ácido, mientras que las células cancerosas mueren en un ambiente ALCALINO.
Sugiere que todo tratamiento contra el cáncer debería comenzar cambiando el ambiente ácido a un ambiente alcalino.
El Dr. Robert O. Young, actualmente el microbiólogo más reconocido a nivel mundial coincide con muchos científicos en que:
“La Enfermedad es la expresión de un exceso de ácidos en el cuerpo humano"
Robert O.Young es Doctor en Medicina, Microbiología y Nutrición.
Lleva 30 años realizando análisis de sangre viva y seca, y su investigación sobre el cáncer ha sido validada por un estudio científico británico.

Diariamente atiende a 14 pacientes en su Centro "Milagroso pH" ubicado cerca de San Diego, CA.
Su protocolo de “Estilo de Vida Alcalino” cuenta con un 100% de efectividad en quienes lo han aplicado y han logrado revertir un sinnúmero de enfermedades metabólicas.
El Dr. Young, creador del concepto de la “Nueva Biología”, es autor de reconocidos best sellers: "El Milagroso pH", "Enfermo y Cansado", “El Milagroso pH para Diabetes”, “El Milagroso pH para Perder Peso” y "El Milagroso pH para el Cáncer”
Como cada día más científicos, el Dr. Robert O. Young sostiene que:
“Nuestro organismo fabrica y utiliza bicarbonato de sodio como un sistema natural para mantener el diseño alcalino para prevenir la degeneración del tejido ".
(Recordemos el característico sabor a bicarbonato que muchas veces sentimos en la boca previo al vómito)
"La híper-alcalinización de los tejidos corporales con bicarbonato de sodio es la manera mas segura, eficaz y natural para frenar cualquier condición cancerosa y muchas enfermedades y procesos inflamatorios más”
Por años, el Dr. Tullio Simmoncini, oncólogo italiano, ha estado tratando el cáncer y destruyendo tumores mediante el uso de bicabornato de sodio.

El Dr. Simmoncini manifiesta;
“El bicabornato de sodio es un remedio seguro, extremedamente barato e innegablemente efectivo cuando se trata de tejidos cancerosos”
La mayoría de nosotros iniciamos nuestras vidas como seres sanos conforme envejecemos, y en gran medida a causa de nuestros estilos de vida poco saludables, bacterias y hongos se acumulan constantemente en nuestro organismo rompiendo el equilibrio saludable en un círculo vicioso cada vez más grave.

Las bacterias y hongos envenenan, estresan y debilitan nuestro sistema inmunológico, y está comprobado que la mayoría de las enfermedades inmunológicas y condiciones infecciosas, son causadas o empeoradas por la presencia de bacterias y hongos.

El Dr. Robert Young manifiesta: “Durante años he observado el impacto que provoca lo que ingerimos en el delicado balance del pH de nuestra sangre. Y a través de mis investigaciones he comprobado que la combinación de 4 maravillosas sales de bicarbonato (sodio, magnesio, potasio y calcio) ocurre naturalmente en todos los fluidos de un cuerpo sano, con el propósito de mantener el balance alcalino-ácido natural y actuando como anti-oxidantes que retardan el proceso de envejecimiento.

Una adecuada provisión de estas cuatro sales de bicarbonato es la mejor protección contra el envejecimiento y toda enfermedad, incluyendo el cáncer, además de que mejoran el rendimiento atlético y al mejorar la salud en general, logran mejorar también el estado de ánimo y las energías.
"Durante los recientes juegos olímpicos en Beijing, varios de los principales atletas mejoraron su rendimiento e incluso lograron romper algunos records, ingiriendo 1 cucharada de bicabornato de sodio”

Para frenar el envejecimiento y recuperar la salud es necesario revertir el daño del ácido en las células mediante una dieta alcalinizante.
Es hora de hacer los cambios necesarios en nuestro estilo de vida para que nuestro cuerpo vuelva a un estado de balance y armonía.
Mantenga una dieta con mayor % de alimentos alcalinos
Beba al menos un litro de agua por día a la que le haya agregado una cuchara sopera de bicarbonato de sodio.
Esto ayudará a enjuagar su sistema y a liberarlo de la acidez acumulada.
Para revertir casos de neumonía, asma, sinusitis, haga nebulizaciones de agua con dos gotas de bicarbonato de sodio líquido, 2 o 3 veces por día.
Para prevenir la acumulación de bacterias en la boca, haga buches con una mezcla de una cucharada de té de bicarbonato de sodio en un vaso de agua.
Para eliminar los residuos de químicos de su cabello, agregue una cucharadita de bicarbonato de sodio a su frasco de shampú.
Para contrarrestar los efectos de una ingesta ácida, beba antes o después de la misma, un vaso de agua con una cucharada de té de bicarbonato de sodio y .... que sean 2 cucharadas si se excedió con el alcohol.
De acuerdo al Dr. Robert O. Young: “si logramos mantener nuestro cuerpo con un pH alcalino entre 7.3 y 7.4 nos mantendremos libres de enfermedades”
Tome su bicabornato de sodio todos los días... ES VERDADERA PREVENCIÓN

http://www.phmiracleliving.com/pHourSalts.htm

lunes, 3 de octubre de 2011

Raíces

Hoy tuve noticias que no imaginaba tendría.  El hermano del cual tengo recuerdos remotos de mi primera infancia, recuerdos que aunque nítidos son confusos porque en ocasiones pienso que tal vez yo los fabriqué.  Son imágenes claras de un ayer muy lejano, pero recuerdo que yo me sentía satisfecha y plena, podría decir que feliz.  El era un niño pequeño, güerito y yo sentía que me quería o tal vez era que yo lo quería.  Yo era muy pequeña y dependiente de él.  Matías existe, no es un sueño, no es una fantasía, él existe y probablemente voy a tener la oportunidad de conocerlo, de volver a verlo, ahora que los dos ya somos viejos.  Espero que ocurra y no sea una decepción para alguno de los dos.  Tengo un hermano, sí tengo un hermano; sé que tengo más, pero a quien recuerdo es a Matías, siempre lo he recordado, nunca lo olvidé.

Algunas preciosidades






















viernes, 30 de septiembre de 2011

RECUERDOS











OJOS TRISTES


Hoy vi sus ojos llenos de tristeza, vi su cara con un gesto de impotencia y desesperación...  Callé, sí callé, porque aunque mi interior bulla en deseos de consolarle, no tengo derecho.  Soy a su vida como el desierto al río, el río llevaría frescura al desierto, pero ¿para qué le serviría un desierto al río?  Hubiera querido acercarme y que sintiera mi apoyo, mi comprensión, pero... ¿necesita él algo de mi?  ¿Podría yo llegar a ser ayuda en vez de estorbo?  Quisiera poder cambiar su mirada angustiada en pacífica y feliz, más ¿es posible dar paz sin poseerla?
1986

jueves, 29 de septiembre de 2011

Ensalada de Surimi

Les comparto aquí una rica receta que me encontré hace buen tiempo, en una de mis navegadas por la red.


Ingredientes:
10 barritas de surimi o las que desee.
1 lata de granitos de elote.
1 lata de chicharos.
Trocitos de piña en almibar o pepino sin semillas muy bien picadito.
Crema y mayonesa.
Salsa magui o salsa inglesa.
Tostaditas o galletas habaneras o saladas.
1 latita de chipotles chica.

Procedimiento:
Partir en dos las barras de surimi y deshebrar finito el surimi, extender en un platón y ponerle salsa magui o salsa inglesa con una poquita de sal, incorporar la crema y la mayonesa hasta cubrir el surimi, esto es de acuerdo a su gusto, agregar los chicharos y los granitos de elote (sin el agua de la lata), y la piña en trocitos muy finitos, revolver muy bien y probar de sal, si se desea se le puede poner también zanahoria cocida o de lata o sustituir la piña por el pepino.
Se sirve en tostaditas o con galletitas y se puede poner una latita de chile chipotle molida como salsita o salsa valentina esto es a su gusto. Colaboración de Leticia Gil Fuentes.

lunes, 26 de septiembre de 2011

LAS DONACIONES


Los dioses, desde que el universo es universo, han deseado comunicarse con los humanos, pero los oídos de éstos están demasiado embelesados por los sonidos que le rodean como para poder escuchar las palabras divinas. Nos envuelven sin que seamos capaces de sobreponernos a la sordera de la ignorancia. Por esta razón, algunos dioses acostumbran a usar magos como mediadores para hacer llegar sus voces a aquellas personas que tienen fe.
Vivió hace ya muchos años un rico comerciante llamado Tse-Chin, un hombre muy avaro. Su dinero rezumaba de sus bolsillos y de su boca, tan grande era su vanidad. Cierto día, todos los habitantes de la región fueron convocados por un sacerdote para que donaran dinero con la intención de sufragar los gastos que conllevaba la construcción de un templo dedicado al dios de la guerra. Mientras hombres ricos y pobres entregaron tanto como su situación les permitía, Tse-Chin dio una ridícula cantidad para tranquilizar su alma y no soliviantar a los dioses; además, ¿quién se iba a percatar de ello?
Al cabo de un mes las obras se detuvieron porque no se disponía de suficientes fondos para llevarlas a cabo. Los sacerdotes no sabían cómo solucionar el problema y la inquietud por la ira del dios empezó a sobrevolar los tejados de las casas como una tormenta. Finalmente, un sacerdote propuso celebrar un ritual en honor al dios de la tierra para que ese año las cosechas fueran abundantes y, con lo que sobrara, poder sufragar los gastos de construcción. Apareció entonces en el pueblo un misterioso hombre que llevaba una capa que le cubría la cabeza y solo dejaba intuir una tupida barba canosa; subió a una tarima frente a todo el pueblo reunido allí y clamó:
- Escuchad a un simple portador de la palabra de los dioses, gentes del lugar. La insensatez es un mal demasiado común entre los hombres. Nace de la ignorancia, y ésta, a su vez, de la sordera espiritual. Uno de los presentes ha creído que podría engañar a los dioses y ha esquivado sus deberes. Iluso, pensaba que nadie lo veía…
Los habitantes del lugar se miraban unos a otros intentando adivinar quién había sido. Tse-Chin se escondía tras un silencio extraño que embriagaba el ambiente.
- Tse-Chin, ninguna penumbra es bastante densa para esconderte de aquellos que ven más allá de la luz del sol.
No tuvo más remedio que avanzar entre la multitud.
- ¿Por qué no entregaste las cincuenta monedas que te correspondían? Entrega ahora cien –instó el mago.
La perplejidad zarandeó el espíritu del comerciante y, ante las miradas inquisitivas de sus conciudadanos, mintió:
- No tengo dinero. Un mal negocio me ha dejado al borde de la ruina.
- ¡Mentiroso! Acabas de ganar mil a costa de tus vecinos con la basura –le espetó el mago, furioso.
La acusación del mago hizo enrojecer a nuestro amigo, al que no le quedó más remedio que inscribir su nombre y pagar sin rechistar las cien monedas.
Pocos días después, Tse-Chin estaba durmiendo en su casa cuando un ruido, algo parecido al resoplido de un buey, que procedía de la calle lo despertó. Se asomó por la ventana de su habitación y vio un enorme escarabajo que intentaba entrar a duras penas por la puerta de su casa (tan grande era) ante el horror de los vecinos, que huían despavoridos. Una vez en el interior, la criatura se tumbó ante la puerta. Tse-Chin que el escarabajo había venido a recoger más monedas, puesto que es el símbolo del dios de la guerra, por lo que quemó un poco de incienso y juró que entregaría treinta más para la construcción del templo.
El escarabajo, sin embargo, permaneció completamente inmóvil. Desconcertado, Tse-Chin prometió cincuenta, tras lo que el insecto disminuyó su tamaño hasta ser como un perro; cuando finalmente aseguró que pagaría cien más, el animal empequeñeció y empequeñeció hasta adquirir su tamaño normal y desapareció por un agujero en el suelo. A la mañana siguiente, el comerciante mandó de inmediato sólo veinte monedas.
Esa misma noche, mientras él y su mujer estaban cenando tranquilamente, diez escarabajos del tamaño de una cabra entraron en su casa. Los animales se pusieron a devorar todo lo que encontraban a su paso. Tras ellos, apareció en el umbral el mago de barba blanca. Poco a poco, los cuerpos de los animales fueron creciendo hasta ocupar casi toda la habitación; subieron las escaleras, y podían oírse los crujidos de las camas al romperse por el peso de los insectos. Tse-Chin preguntaba angustiado que podía hacer.
- ¡Paga lo que te corresponde! –sólo respondía el extraño hombre.
Le entregó de inmediato veinte monedas; sin embargo, los escarabajos aumentaban en número.
- Te he dado el dinero. ¿Por qué hay cada vez más? –inquiría el comerciante.
- Tus vecinos han dado lo que su situación les permitía; en cambio, tú das sólo lo que te ha sobrado de la cena.
Tse-Chin abrió un pequeño cofre que escondía tras las sartenes y le dio al mago cincuenta monedas más, pero los escarabajos aumentaban sin cesar de tamaño. Mentiroso insensato, ¿de veras crees que los dioses son tan ciegos como tú?; Las palabras del mago se escurrían entre unos labios que dibujaban una sonrisa de satisfacción.
- Toma –dijo finalmente Tse-Chin entre lamentos y, ante la mirada atónita de su esposa, los insectos disminuyeron de tamaño y desaparecieron por las grietas de la casa.
La construcción del templo pudo acabarse sin ningún tipo de contra tiempo.

domingo, 25 de septiembre de 2011

EL AMIGO DE LOS LOBOS


Después de trabajar durante toda su vida, Lao consiguió suficiente dinero para esperar sin excesivas preocupaciones a que la muerte llegara al umbral de su puerta. En un enorme granero tras su casa, acumuló mucha leña para los fríos inviernos que se desplomaban sobre la región, así como gran cantidad de grano y paja. Al tomar él todos los días un puñado para comer y para que su casa fuera lo más cómoda posible, el anciano había hecho un pequeño agujero donde, al cabo de un tiempo, hizo su cubil un lobo. Pero éste no era un lobo como los demás: cuando anochecía, solía adoptar la figura de un apuesto joven. Con el tiempo y a pesar de la extraña mirada de aquel hombre, el anciano –que desconocía la verdadera identidad de su invitado- y él fueron cultivando su amistad, y a menudo se encontraban para conversar.
Una noche sin luna, el joven invitó a Lao a su casa. No se imaginaba el pobre anciano al aceptar que le acompañaría a su propio género. El joven le señalo el agujero donde, según creía el anciano, un lobo había hecho su cubil. Entró como embriagado. En su interior intuyó un gran número de hermosas habitaciones, ya que una calma de penumbra empapaba aquel lugar. Tomaron asiento junto a unas bandejas que ofrecían té y vino de aroma exquisito. Cuando declinó la velada, el huésped se marchó, pero al mirar de nuevo hacia el montón de paja, vio que de ella salía un lobo de lo que parecía una simple madriguera.
El lobo solía marcharse al caer la noche y volvía con las primeras luces de la mañana. Durante una de las visitas del joven, Lao le pregunto por el animal que vivía en su granero. El joven le contestó que, para ser más veloz y viajar por la espesura de la noche, se convertía en lobo. Le comentó que iba a tomar un brebaje para conservar eterna su juventud; ante el misterio que rezumaba la respuesta, el anciano le pidió que alguna noche le permitiera acompañarlo. El joven aceptó, aunque tras su mirada se distinguía una ligera desconfianza. Sin mediar palabra, alzó a Lao por el brazo y los montó a su espalda; al instante, el joven se convirtió ante sus ojos en un enorme lobo gris. Cruzaron el prado que se extendía detrás de la casa como si estuvieran cabalgando sobre el viento y en un abrir y cerrar de ojos llegaron a una misteriosa ciudad que parecía construida con niebla. Entraron en una vieja taberna en la que se podía respirar el ruido, repleta de gente que bebía y hablaba en voz muy alta. El anciano condujo a su compañero al piso superior del establecimiento, donde se extendía una galería de madera que rodeaba toda la sala y desde la que podían observar con facilidad a todos los comensales. Cuando hubo acompañado al visitante, el joven bajó y trato una deliciosa bebida sin que, al parecer, nadie se diera cuenta de que estaban allí. Poco después, entro en la taberna un hombre imponente vestido de rojo y puso sobre una mesa unos cuantos platos de naranjas japonesas. El joven le pidió al anciano que bajara a buscar algunas.
¿Qué estoy haciendo aquí? - se preguntó de repente el anciano-. No estoy siendo honesto. Soy simplemente un hombre. Al buscar la compañía de un lobo que me ofrece la juventud eterna, me he apartado del camino correcto. No está al alcance de un hombre jugar con el tiempo y con la vida y la muerte. Cuando acabó de pensar estas palabras, perdió el control de su cuerpo y cayó por las escaleras. Un silencio denso inundó de repente el aire. Tras recuperarse del sobresalto, el señor miró hacia arriba y vio que no había ninguna galería en aquella taberna, sino sólo una gruesa viga que atravesaba el techo de la sala. Les explicó toda la increíble historia a los presentes, que, entre sorprendidos e incrédulos, le dieron dinero suficiente para que pudiera volver a su hogar. Estaba en Wia-K´u, a mil kilómetros de su casa y del cubil del misterioso lobo.